El proceso de envío LCL es el ejemplo perfecto de la gran precisión logística, en donde todos los actores involucrados desempeñan un rol fundamental en la organización y consolidación de los envíos. Este proceso implica varios pasos que van desde la recogida de las mercancías, hasta la consolidación en el almacén y el transporte al puerto marítimo para su transporte. Debido a la complejidad logística de este proceso en términos de documentación, clasificación, embalaje y aduanas, los transportistas no suelen ofrecer el servicio LCL.
El transporte LCL no es sólo una estrategia de ahorro de costos; sino que, este también representa un compromiso con el medio ambiente, al compartir el espacio de los contenedores, se reduce la huella de carbono, lo que tiene un impacto positivo en el medio ambiente. Además, este tipo de transporte ofrece gran flexibilidad, permitiendo a las empresas enviar mercancías sin esperar a llenar un contenedor entero, optimizando así la cadena de suministro y reduciendo los costos de almacenamiento.
Los envíos LCL ofrecen numerosas ventajas, como rentabilidad, flexibilidad logística y sostenibilidad medioambiental. Este transporte es un “golden ticket” para poder optimizar procesos de envío sin forzar o sobrepasar presupuestos. También, permite a las empresas mantener un flujo constante de mercancías sin la necesidad de grandes espacios de inventario, mejorando así la eficacia operativa. Por otra parte, este ofrece el mismo tiempo de tránsito que el envío FCL como estándar, sin la necesidad de estar atado a volúmenes mínimos o capacidad de peso. Además, se pueden enviar varios proveedores en un solo contenedor con la consolidación LCL, lo que garantiza que se recibirá la carga simultáneamente sin retrasos y mejora la planificación de la cadena de suministro. Emplear el transporte LCL significa que se podrá asignar parte o la totalidad de una carga en las rutas de envío disponibles sin tener que esperar.
Y tú, ¿te animas a probar el transporte LCL?